
QUE SIGNIFICA SER MAMA
Ser madre no significa solo
cambiar pañales, calentar biberones o pelearte con los purés. Ese solo es
el comienzo, ese solo es el momento en el que una madre se da cuenta de que es
capaz de hacer cualquier cosa por un mundo al que ha dado la vida. Ese mundo es
ese HIJO en el que hay millones de ilusiones.
Ser madre significa cambiar tu vida, tu tiempo y tu
forma de pensar por tus hijos. Significa dar todo tu corazón y entregar tus fuerzas cada día para
sacar a tus hijos adelante y enseñarles a vivir.
Significa tener una razón de ser para el resto de tu
vida. Querer aprovechar y exprimir cada momento al máximo. Tener sentimientos encontrados al ver cómo tus hijos crecen,
sintiendo dicha y nostalgia cuando avanzan dando pasos de gigante por la vida.
Ser
madre significa que tu corazón ya no es tuyo, sino que deambula donde quiera
que tus hijos estén”.
Ser madre es un gran
privilegio que tiene
implicaciones:
1. Un acto de gratitud. “Dad gracias en todo; porque esta es la
voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. He conocido mujeres que se
quejan por estar embarazadas y por tener hijos. Los hijos son la herencia de
Dios y tienen un valor incalculable.
2. Aceptar la responsabilidad y no depositar la en otros.
Cuando Jesús estaba en la cruz le dijo a María: Mujer: “He ahí tu hijo”
Responsabilidad en la crianza, en la disciplina, en el dar
amor incondicional, en enseñar las verdades bíblicas, en dar un ejemplo
digno de imitar. Responsabilidad de la cual daremos cuentas a Dios.
3. Implica pagar un precio. Para esto, tenemos que
prepararnos espiritual emocional y físicamente. Cuando hablo de la parte espiritual, me refiero a ese contacto con el dador de la vida, teniendo tiempos
a solas con El cada día, y pidiendo Su sabiduría en este role tan
importante. Jesús dijo: “Sin mi nada podéis hacer” En el área
emocional, necesitamos buscar sanidad en aquellas áreas de nuestra vida que
fueron afectadas negativamente desde nuestra niñez, para no repetir los
patrones con nuestros hijos. Y en relación al área física, es necesario
alimentarnos bien, descansar en los momentos que podemos, para así tener las
fuerzas necesarias en el levantamiento de esos seres amados. Todo esto
requiere pagar un precio.
ORACIÓN A LA MADRE
Padre Celestial:
Te damos gracias por nuestras madres, a las que Tu les has confiado el cuidado precioso de la vida humana desde su inicio.
Tú has dado a la mujer la capacidad de participar contigo en la creación de nueva vida. Haz que cada mujer puede llegar a comprender el pleno significado de esta bendición.
Mira a cada madre que está esperando un hijo, fortalece su fe en Tu paternal cuidado y amor para con ella y para su hijo en camino. Dale valentía en tiempos de miedo o dolor, comprensión en los momentos de incertidumbre y duda, y esperanza en tiempos de problemas. Concédele alegría en el nacimiento de su hijo.
Bendice a las madres a quienes les has dado el gran privilegio y la responsabilidad de ser formadoras de un niño o una niña.
Haz que todas ellas puedan fomentar la fe de sus hijos, siguiendo el ejemplo de María, la Madre de Tu Hijo.
Ayuda a todas las "madres espirituales", quienes están al cuidado de los hijos de otros y asumen su tarea con amor maternal, que puedan descubrir que engendrar vida es mucho más que dar a luz.
Te pedimos que envíes el Espíritu Santo Consolador a las madres que han perdido hijos, que están enfermos o separados de sus familias, que se encuentran en peligro o problemas de cualquier tipo. Muéstrales Tu misericordia y dales fortaleza y serenidad.
Te damos gracias por nuestras madres, a las que Tu les has confiado el cuidado precioso de la vida humana desde su inicio.
Tú has dado a la mujer la capacidad de participar contigo en la creación de nueva vida. Haz que cada mujer puede llegar a comprender el pleno significado de esta bendición.
Mira a cada madre que está esperando un hijo, fortalece su fe en Tu paternal cuidado y amor para con ella y para su hijo en camino. Dale valentía en tiempos de miedo o dolor, comprensión en los momentos de incertidumbre y duda, y esperanza en tiempos de problemas. Concédele alegría en el nacimiento de su hijo.
Bendice a las madres a quienes les has dado el gran privilegio y la responsabilidad de ser formadoras de un niño o una niña.
Haz que todas ellas puedan fomentar la fe de sus hijos, siguiendo el ejemplo de María, la Madre de Tu Hijo.
Ayuda a todas las "madres espirituales", quienes están al cuidado de los hijos de otros y asumen su tarea con amor maternal, que puedan descubrir que engendrar vida es mucho más que dar a luz.
Te pedimos que envíes el Espíritu Santo Consolador a las madres que han perdido hijos, que están enfermos o separados de sus familias, que se encuentran en peligro o problemas de cualquier tipo. Muéstrales Tu misericordia y dales fortaleza y serenidad.
Colma de tu paz a las madres que ya no están con nosotros, que disfruten en Tu presencia del fruto de sus esfuerzos en la tierra.
María, Madre del Cielo, intercede por todas las madres, sé su guía y consuelo. Alcánzales de Dios la Gracia para esta vida y la alegría eterna en la Gloria.
Amén.